¿Qué es la acidificación?
La acidificación, también conocida como acidosis, es un proceso común que ocurre cuando hay un exceso de ácido en el cuerpo. Es el resultado de una dieta desequilibrada o alteraciones metabólicas.
Durante los procesos metabólicos y la digestión, se forman álcalis y ácidos en los fluidos corporales. Normalmente, estos se neutralizan entre sí, manteniendo un equilibrio químico.
¿Cómo se produce la acidificación?
Cuando la proporción de ácido a álcali se desequilibra significativamente, ocurre una alteración química. El cuerpo utiliza mecanismos amortiguadores naturales, como compuestos de fosfato y sales minerales, para neutralizar el exceso de bases y ácidos.
Para mantener la circulación, es crucial un estado químicamente neutro, aunque la sangre funciona mejor cuando es ligeramente alcalina. Sin embargo, un exceso constante de ácido hace que el cuerpo recurra a las sales minerales de los dientes y huesos para neutralizarlo, dañándolos con el tiempo.
Además, los compuestos resultantes de las sales minerales y los ácidos son desechos tóxicos que no siempre se excretan adecuadamente a través de los riñones. El cuerpo los almacena en el tejido conectivo, donde causan menos daño.
Consecuencias de la acidificación
Si la acidificación persiste, puede tener graves consecuencias. Inicialmente, afecta el tejido conectivo, pero luego las toxinas y los ácidos acumulados afectan otras partes del cuerpo:
- Piel: Eczema, caspa y otras afecciones cutáneas
- Intestinos: Estreñimiento y diarrea
- Vasos sanguíneos: Depósitos y riesgo de ruptura y alteraciones en la circulación sanguínea
- Vías respiratorias: Mayor susceptibilidad a las infecciones
La depresión, el estrés y las emociones negativas también pueden empeorar la acidificación.
Factores que contribuyen a la acidificación
La acidificación es más común en:
- Sociedades urbanas e industrializadas
- Dietas ricas en productos animales
- Consumo excesivo de alcohol, café, dulces y nicotina
- Estilo de vida agitado, falta de sueño, contaminación ambiental, estrés y ansiedad
Combatiendo la acidificación
Para combatir la acidificación, se recomienda:
- Meditación y tranquilidad
- Dieta desacidificante
- Estilo de vida saludable
Además, los cristales pueden ser una herramienta poderosa para apoyar el proceso de curación.
Cristales para curar la acidificación
- Turquesa: Protege, fortalece, alivia la depresión y los ataques de pánico. Ayuda a asimilar nutrientes, reduce las infecciones virales y la contaminación. Sus propiedades desintoxicantes y antiinflamatorias ayudan a reducir el exceso de acidez y benefician el estómago.
- Diaspora: Estimula la mente y ayuda a equilibrar el cuerpo. Reduce el ácido en el cuerpo y los tejidos, promueve la limpieza y reduce el estrés.
- Citrino: Estimula el plexo solar, alivia los problemas digestivos, el dolor de estómago y el reflujo ácido. Su energía vibrante eleva el estado de ánimo y combate la acidificación a nivel emocional.
Combinar cristales curativos con una dieta saludable, meditación reparadora y sueño es esencial para combatir la acidificación de manera efectiva. Cortar el consumo de nicotina, alcohol, dulces y café, y reducir el estrés son medidas cruciales.
Cristales para curar la acidificación:
– Turquesa:
– Fortalecedora
– Reduce la depresión y los ataques de pánico
– Desintoxicante y antiinflamatoria
– Reduce el exceso de acidez y beneficia el estómago
– Diaspora:
– Estimula la mente
– Promueve la desacidificación
– Equilibra el pH
– Elimina radicales libres
– Reduce el estrés
– Citrino:
– Estimula el chakra del plexo solar
– Alivia problemas digestivos
– Reduce la acidez estomacal y el reflujo
– Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés