El ágata, una variedad de calcedonia, ha sido venerada durante siglos por su capacidad para promover la longevidad. Se cree que estabiliza y limpia todos los chakras, alineando el cuerpo físico con el etérico, intensificando las emociones y facilitando la conexión a tierra.
Correspondencia con los chakras
El ágata roja se asocia con el chakra raíz, mientras que el ágata blanca y el ágata de Botswana se asocian con el chakra corona. Esto permite equilibrar y energizar diferentes aspectos de nuestro ser.
Correspondencia fisiológica
Además de sus propiedades energéticas, el ágata también se asocia con la concentración mental, el equilibrio emocional, la piel, el páncreas y los vasos sanguíneos. También beneficia el sistema digestivo, el estómago, el útero, el equilibrio de líquidos, los ojos y el sistema linfático.
El poder legendario del ágata
Más allá de la longevidad, el ágata simboliza la riqueza y la salud. En Mesopotamia, se grababan como sellos de autoridad y poder. En la antigua Roma, se utilizaban para fabricar morteros y manojos para moler medicamentos.
Se creía que el ágata protegía del peligro, ya que las águilas las llevaban a sus nidos para proteger a sus crías de las mordeduras de serpientes. Los talismanes de ágata también se usaban para protegerse de las picaduras de escorpiones y arañas.
El poder curativo del ágata
El ágata se ha utilizado históricamente para aliviar el dolor de la tos crónica, las enfermedades dentales y de garganta. Se creía que al grabar las peticiones y necesidades de curación en el cristal, se amplificaba su poder curativo.
El agua infusionada con ágata se utilizaba para curar heridas físicas, picaduras y mordeduras de animales, y enfermedades transmitidas por veneno. También se cree que el ágata fortalece la vista, protege de problemas renales, ayuda a la digestión, previene la deshidratación, mejora la audición y alivia las enfermedades cutáneas.
El poder transformador del ágata
El ágata nos conecta con nuestro ser interior, transmutando emociones negativas como el resentimiento, los celos y la amargura que pueden afectar nuestra salud física y mental. Promueve el perdón y la autoaceptación, abriéndonos a las corrientes espirituales de la vida.
Nos da el coraje para comenzar de nuevo y nos anima a mantenernos fieles a nuestra verdad. El ágata nos recuerda que incluso los materiales más básicos pueden transformarse y refinarse mediante la alquimia espiritual.
Cómo aprovechar los poderes del ágata
Para aprovechar los poderes del ágata, llévala en tu bolsillo, úsala como joyería o colócala en tu mesita de noche o escritorio. El contacto constante con el ágata te permitirá beneficiarte de sus energías positivas.
¡Descubre el poder del ágata y desbloquea sus beneficios para la longevidad, la salud y la transformación personal!
Poderes del Ágata
– Longevidad: Desde la antigüedad, se le ha atribuido la capacidad de prolongar la vida.
– Estabilización y limpieza de chakras: Puede equilibrar y limpiar todos los chakras, pero su efecto varía según el color:
– Ágata roja: chakra raíz
– Ágata blanca y ágata de Botsuana: chakra corona
– Correspondencias fisiológicas:
– Concentración mental
– Equilibrio emocional
– Piel
– Páncreas
– Vasos sanguíneos
– Sistema digestivo
– Estómago
– Útero
– Equilibrio de fluidos
– Ojos
– Sistema linfático
– Vibración: Alta vibración terrenal.
– Poder legendario:
– Símbolo de riqueza y salud
– Protección contra picaduras y mordeduras venenosas
– Protección contra espíritus malignos
– Poder curativo:
– Alivio del dolor de tos crónica
– Ayuda con enfermedades dentales y de garganta
– Transformación de agua en agua medicinal
– Fortalecimiento de la vista
– Protección contra problemas renales
– Mejora de la digestión
– Protección contra la deshidratación
– Mejora de la audición
– Mejora de enfermedades cutáneas
– Poder transformador:
– Transmutación de emociones tóxicas (resentimiento, celos, amargura)
– Asimilación de experiencias de vida desafiantes
– Promoción del perdón y la autoaceptación
– Aumento de la receptividad a las corrientes espirituales
– Fomento del coraje y la verdad
