La sensibilidad a los cambios climáticos es una respuesta exagerada a las variaciones atmosféricas que provoca síntomas como mala circulación, dolores reumáticos, trastornos emocionales o molestias en cicatrices.
Los cambios en la presión barométrica, temperatura y humedad, especialmente los asociados a vientos como el Mistral, el Föhn (Europa), el Hawk y el Northern (EE. UU.), influyen en esta condición.
Además, las cargas eléctricas atmosféricas (cuando se encuentran dos frentes climáticos o antes de una tormenta) pueden producir efectos similares, como:
Fluctuaciones del estado de ánimo
Dificultad de concentración
Dolores de cabeza
Trastornos del sueño
Cansancio
Malestar
Ansiedad
Dolor en heridas o cicatrices antiguas
Esto sugiere que el cuerpo tiene dificultades para ajustar sus mecanismos de regulación naturales ante estos cambios atmosféricos.
Fortalece tu “triple calentador”
En la medicina tradicional china, los componentes fisiológicos que se estresan en estas situaciones se denominan “triple calentador”. Este concepto se refiere a la capacidad del cuerpo para regular la energía, controlar la distribución de la fuerza vital y adaptarse a los cambios.
Para fortalecer tu “triple calentador”, necesitas actividad física para mejorar la circulación. Los deportes de resistencia como la natación o la marcha pueden aliviar tu sensibilidad a los cambios climáticos. También puedes entrenar tus vasos sanguíneos con saunas o baños Kneipp. Además, quienes tienen circulación débil deben beber muchos líquidos para distribuir la energía de manera eficiente y facilitar la transpiración.
El aire fresco también proporciona oxígeno suficiente para alimentar al cuerpo. Otras formas de fortalecer tu “triple calentador” incluyen cambios rápidos de temperatura, como:
Dormir con la ventana abierta
Diferencias de temperatura en la casa
Ducharse o bañarse alternativamente con agua caliente y fría
Salir a la intemperie en todo tipo de clima
Cristales para sanar la sensibilidad al clima
Tu actitud emocional y psicológica hacia el clima también es importante. Intenta pasar mucho tiempo al aire libre en todo tipo de condiciones meteorológicas. Además, la terapia con cristales y sus energías vibracionales pueden ayudar a regular la sensibilidad a los cambios climáticos.
Estos son algunos de los mejores cristales para sanar la sensibilidad al clima:
Ágata
El ágata es un cristal potente que ayuda a estabilizar la circulación sanguínea y fortalece la resistencia emocional y psicológica. Por lo tanto, puede contrarrestar los trastornos de concentración, los problemas de sueño, el malestar, la ansiedad y los dolores de cabeza causados por los cambios climáticos.
Ágata azul de encaje
El ágata azul de encaje es ideal para la sensibilidad a los cambios climáticos. Este cristal estimula el flujo de fluidos corporales y calma los nervios. De esta manera, el cuerpo puede hacer frente a una amplia gama de influencias externas provocadas por el clima.
Madera petrificada
La madera petrificada ofrece un efecto estabilizador, tanto emocional como físico, similar al del ágata. Además, sus potentes energías calman los nervios y todo el sistema.
Este cristal también ayuda con los problemas de concentración, alivia los cambios de humor, los trastornos del sueño, el malestar y la ansiedad.
Jaspe oceánico
El jaspe oceánico, como el ágata azul de encaje, es un cristal potente que alivia la sensibilidad a los cambios climáticos. La piedra fomenta el flujo de fluidos corporales y calma los nervios.
Esto te permite hacer frente a una amplia gama de influencias y factores externos causados por los cambios climáticos. Además, esta potente piedra ayuda a aliviar el cansancio, los problemas de sueño, el malestar general, la ansiedad y los cambios de humor.
Consideraciones finales
Para todos los cristales mencionados, puedes usarlos como collar, pulsera o colgante con contacto directo con la piel para facilitar la curación. En casos graves de sensibilidad al clima, puedes tomar de 5 a 9 gotas de esencia de gema según sea necesario o preparar de 200 a 300 ml de agua de gema para beber en pequeños sorbos a lo largo del día.
Cristales para aliviar la sensibilidad al clima
– Ágata: Estabiliza la circulación sanguínea, reduce el estrés emocional y psicológico, mejora la concentración, el sueño y alivia dolores de cabeza.
– Ágata de encaje azul: Estimula el flujo de fluidos corporales, calma los nervios y alivia dolores, molestias y cansancio.
– Madera petrificada: Efecto estabilizador emocional y físico, alivia los nervios, mejora la concentración, alivia el mal humor, los trastornos del sueño, las molestias y la ansiedad.
– Jaspe oceánico: Alivia la sensibilidad a los cambios climáticos, mejora el flujo de fluidos corporales, calma los nervios, alivia el cansancio, los trastornos del sueño, las molestias y la ansiedad.
