
La amigdalitis es más que un simple dolor de garganta. Se trata de una enfermedad caracterizada por inflamación, fiebre y dificultad para tragar. Ocurre cuando las amígdalas (dos almohadillas ovaladas de tejido en la parte posterior de la garganta) se inflaman. La mayoría de los casos de amigdalitis son causados por una infección viral; sin embargo, las infecciones bacterianas también pueden provocarla.
La amigdalitis suele afectar a niños entre la mediana adolescencia y la edad preescolar. Los síntomas y signos comunes de la amigdalitis incluyen:
- Fiebre
- Dolor de garganta
- Parches o capa amarilla o blanca en las amígdalas
- Amígdalas rojas e hinchadas
- Mal aliento
- Voz apagada, áspera o gutural
- Dolor de cabeza
- Rigidez en el cuello
- Ganglios linfáticos agrandados y sensibles en el cuello
- Dolor de estómago, especialmente en niños pequeños
Consejos para tratar la amigdalitis
El reposo en cama es importante para curar la amigdalitis y prevenir complicaciones. Además, se recomienda beber muchos líquidos, pero se debe evitar la leche de vaca, ya que puede tener un efecto adverso en la producción de moco en los tejidos de la garganta y ralentizar el proceso de recuperación.
En la medicina tradicional, la amigdalitis se puede tratar con antibióticos. Algunos remedios caseros probados pueden incluir la aplicación de compresas húmedas y calientes en la garganta, usar un humidificador o vaporizador de vapor frío en la habitación, chupar pastillas para adormecer la garganta, hacer gárgaras con té de tomillo y salvia o beber agua caliente esencial con una cucharadita de miel y 2 o 3 gotas de aceite esencial de sándalo, cada hora.
Causas emocionales de la amigdalitis
Dado que la amigdalitis y cualquier dolor de garganta intenso son enfermedades agudas, es posible que haya una causa emocional. Para controlar el problema, vale la pena hacerse preguntas como “¿Qué hace que mi garganta parezca contraerse?” o “¿Qué tengo atragantado?”. Es crucial aclarar estas causas para evitar episodios recurrentes de infección. La terapia con cristales puede ser muy útil de aplicar.
Cristales para sanar la amigdalitis
Calcedonia
Este cristal puede ayudar a aliviar un dolor de garganta en un instante. Se puede aplicar cuando se pueden ver o sentir ganglios linfáticos muy inflamados, pero hay, como máximo, solo una pequeña cantidad de capa que se puede ver en las amígdalas. Además, la calcedonia también es una excelente opción si tienes problemas de comunicación durante el curso de la amigdalitis que empeoran la enfermedad.
Crisocola
La crisocola puede ayudar con una garganta que se siente áspera y seca. Puede estimular la reducción de la amígdala inflamada y la regeneración y curación de las membranas mucosas. La crisocola también es un potente desintoxicante, por lo que ayuda a limpiar las membranas mucosas y ayuda aún más a curar la causa de la enfermedad (por ejemplo, un sistema inmunitario debilitado o un sistema linfático sobrecargado). Esto es particularmente crucial para los casos recurrentes.
Heliotropo
También conocida como la piedra de sangre, el heliotropo puede ayudar con las amígdalas supurantes y con mucha capa. La piedra también puede ser beneficiosa con los efectos de los conflictos reprimidos o la ira. Tiene el efecto más avanzado cuando se aplica inmediatamente tan pronto como comienza el dolor de garganta.
Jaspe oceánico + ágata musgosa
La combinación de ágata musgosa y jaspe oceánico puede ayudar con la amigdalitis y el dolor de garganta en toda regla. Puede aliviar la inflamación severa, los ganglios linfáticos inflamados y dolorosos y la voz ronca. Los cristales de color verde que también incluyen calcedonia pura en forma incolora o transparente son particularmente efectivos para tales casos.
Esmeralda
Este hermoso cristal verde generalmente puede ayudar en casos de cualquier tipo de infección de garganta. Sin embargo, debe aplicarse cuando las vías respiratorias superiores se ven afectadas, en casos de sinusitis o si siente que ha perdido el rumbo en el momento en que sufre amigdalitis.
Reflexiones finales
Para todos los cristales mencionados anteriormente, puedes usarlos como un collar corto o un colgante alrededor de tu cuello con contacto directo con el cuerpo para facilitar la curación. Al mismo tiempo, también puedes tomar de 5 a 7 gotas de esencia de gema 3 veces al día. O puedes preparar 200 – 300 ml de agua de gema que se puede tomar en pequeños sorbos durante el transcurso del día. Además, también se pueden poner pequeños cristales de esmeralda o piedras caídas directamente en la boca. Por razones de seguridad, no hagas esto mientras estás acostado y evita el riesgo de tragar accidentalmente el cristal.

Cristales para curar la amigdalitis
Síntomas de la amigdalitis:
Fiebre
Dolor de garganta
Manchas o recubrimiento amarillento o blanquecino en las amígdalas
Amígdalas rojas e hinchadas
Mal aliento
Voz apagada o áspera
Dolor de cabeza
Rigidez en el cuello
Ganglios linfáticos agrandados y sensibles en el cuello
Dolor de estómago (especialmente en niños pequeños)
Cristales para la curación:
Calcedonia: Alivia el dolor de garganta, reduce la inflamación de los ganglios linfáticos y mejora la comunicación.
Crisocola: Reduce la sequedad y la aspereza de la garganta, promueve la curación de las membranas mucosas y desintoxica.
Heliotropo: Ayuda con tonsilas supurantes y recubiertas, libera conflictos suprimidos o ira.
Jaspe oceánico + ágata musgosa: Alivia la inflamación, los ganglios linfáticos inflamados y la voz ronca.
Esmeralda: Apoya la curación de las infecciones de garganta, aclara la mente y proporciona orientación.
Cómo usar los cristales:
Usar como collar o colgante para contacto directo con el cuerpo.
Tomar 5-7 gotas de esencia de gema 3 veces al día.
Preparar 200-300 ml de agua de gema para beber durante el día.
Colocar pequeños cristales de esmeralda o piedras rodadas directamente en la boca (con precaución para evitar tragarlos).